martes, 9 de marzo de 2010

¿RCDE, funeral for a friend?

Que nadie se asuste. Que yo sepa y gracias a Dios, no ha fallecido ningún amigo. Es algo más simbólico, hablo de ese amigo al que solemos o solíamos cantar todos juntos, llamado Español.

Reina en nuestro querido Club un ambiente de funeral. Hay mal ambiente en el Club y fuera del Club, en la grada y fuera de la grada, en las peñas y fuera de las peñas, en los Ultras y fuera de los Ultras. Un cúmulo de sucesos, como por ejemplo las múltiples y pésimas gestiones de la directiva, en especial con nuestro querido y emblemático Tamudo, los fichajes desastrosos, el poco respeto hacia la cantera y el trabajo de sus responsables, las continuas y obsesivas persecuciones de la bandera Española, los traspasos gratuitos que se convierten en pérdidas millonarias y demás hechos acaecidos en estos últimos tiempos, están llevado a la desesperación a más de uno. Flota en el aire la temida frase “Todo tiene un final, todo termina”.

Y eso que los socios y seguidores de este simple, familiar y modesto club de fútbol llamado Real Club Deportivo Español, somos personas hechas a prueba de bombas, que las hemos pasado canutas en muchos momentos de nuestra centenaria historia, pero que siempre hemos resurgido, unidos, alegres, confiados y optimistas.
Y aunque últimamente alguno se obstine en eliminar la eñe de nuestro nombre, o se obceque en reducirlo a unas siglas políticamente correctas, RCDE, que pueden significar cualquier cosa, como por ejemplo “Realmente Cansado De Esto”, sinceramente creo, o más bien de todo corazón espero, que las aguas vuelvan a su cauce.

Hay capital humano suficiente, hay personas sensatas dispuestas a seguir la lucha y hasta nacen nuevas peñas y plataformas para recuperar lo que nos están robando, la ilusión y la humildad de ser un equipo modesto entre los grandes.

Y no dudo ni un instante que todo volverá a su justo sitio. No hay fuerza capaz de borrar de un plumazo 100+ años de historia cargada de ilusión, emotividad y de personas bien dispuestas a luchar.

Nos corresponde este puesto, y orgullosos de ello hemos de estar. Y no podemos escaparnos. Es nuestro sino. Igual que hemos nacido en una ciudad, nos hemos criado en el seno de una familia, hemos ido a determinado colegio, igual que todo esto también hemos sido del Real Club Deportivo Español desde nuestra infancia y en muchos casos desde nuestro nacimiento. Podremos apartarnos, verlo desde el burladero, seguirlo por la prensa, pero no por ello dejaremos de ser uno más de los empecinados seguidores blanquiazules. Sino que se lo cuenten a la nueva sección de los Anisados.

Contra viento y marea, como rezaba la mítica pancarta.